El Parque Nacional de Chapada dos Guimarães, ubicado en el estado de Mato Grosso, fue creado en 1989 con el objetivo de proteger las espectaculares formaciones geológicas, cascadas y rica biodiversidad de la región. Su fundación fue motivada por la necesidad de preservar los ecosistemas sensibles del Cerrado y los importantes sitios arqueológicos y paleontológicos del área. Chapada dos Guimarães también tiene un valor histórico, ya que es un hito geográfico natural que separa las cuencas hidrográficas del Prata y del Amazonas. A lo largo de los años, el parque se ha convertido en uno de los principales destinos de ecoturismo de Brasil, atrayendo a visitantes interesados en sus bellezas naturales y oportunidades para actividades al aire libre. Actualmente, el parque es gestionado por el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), que controla el acceso y promueve la conservación de los recursos naturales y culturales de la región. El parque ofrece una serie de senderos, cascadas y miradores, proporcionando a los visitantes una experiencia inmersiva en uno de los paisajes más impresionantes del Cerrado brasileño.
El Parque Nacional de Chapada dos Guimarães desempeña un papel crucial en la preservación del bioma del Cerrado, considerado uno de los más ricos en biodiversidad del mundo, pero también uno de los más amenazados. Protege áreas de manantiales y ríos que alimentan el Pantanal y otras regiones de Brasil, así como una fauna diversa, incluidas especies en peligro de extinción como el lobo de crin y el jaguar. Además de su importancia ambiental, el parque es fundamental para la economía local, promoviendo el ecoturismo de manera sostenible y generando empleos para las comunidades de la región. También es un valioso patrimonio cultural y geológico, con formaciones rocosas y sitios arqueológicos que atraen a investigadores y visitantes de todo el mundo.
El acceso al Parque Nacional de Chapada dos Guimarães está regulado, y no se cobran tarifas de entrada para el acceso general al parque. Sin embargo, algunas atracciones específicas, como las visitas guiadas a cuevas o senderos más complejos, pueden tener costos asociados, generalmente entre R$ 10,00 y R$ 30,00 por persona. Se recomienda contratar guías locales, especialmente para explorar áreas remotas o de difícil acceso, lo que garantiza la seguridad y una experiencia más completa. Es importante verificar la disponibilidad para ciertas actividades, que pueden tener restricciones de número de visitantes para preservar el entorno natural. La planificación previa es esencial, especialmente durante la temporada alta.
Para garantizar una visita segura y placentera al Parque Nacional de Chapada dos Guimarães, vístase con ropa ligera y calzado cómodo, adecuados para caminar por senderos irregulares. No olvide usar protector solar, sombrero o gorra y repelente de insectos, especialmente en días soleados y calurosos. Manténgase hidratado llevando suficiente agua para todo el día, junto con refrigerios ligeros como frutas y barras de cereales. Respete siempre la señalización y las orientaciones proporcionadas por los guías y el personal del parque. Evite salir de los senderos designados, ya que esto ayuda a preservar el entorno y reducir el impacto humano. No alimente a los animales salvajes y mantenga una distancia segura de la fauna local. Recuerde recoger toda la basura que genere y utilice los contenedores disponibles. La preservación del parque es responsabilidad de todos.
La mejor época para visitar el Parque Nacional de Chapada dos Guimarães es durante la estación seca, que ocurre de mayo a septiembre. Durante esta época, el clima es más suave, los senderos son más accesibles y las cascadas todavía tienen un buen caudal, lo que proporciona una experiencia más segura y cómoda. Durante la temporada de lluvias, de octubre a abril, los senderos pueden volverse resbaladizos y algunas áreas pueden cerrarse debido al riesgo de crecidas, aunque las cascadas son más voluminosas y la vegetación más exuberante. Planifique su viaje según las condiciones climáticas y el tipo de experiencia que desee tener.
Para los viajeros que vienen de Europa, el punto de entrada más común es el Aeropuerto Internacional Marechal Rondon (CGB), en Cuiabá, capital de Mato Grosso. Desde Cuiabá, el viaje a Chapada dos Guimarães se realiza por carretera, cubriendo aproximadamente 70 km, los cuales se pueden recorrer en automóvil o mediante traslados organizados por agencias de turismo. Hay opciones de alquiler de coches en el aeropuerto, lo que facilita la movilidad dentro del parque y sus alrededores. Para los visitantes que prefieren mayor comodidad, están disponibles paquetes turísticos que incluyen transporte, alojamiento y recorridos guiados, con salidas regulares desde Cuiabá.
¿Listo para explorar la belleza intacta de Chapada dos Guimarães? A continuación, encontrarás una selección de las mejores actividades para explorar cascadas, miradores y cuevas en este increíble destino. ¡Prepárate para una aventura inolvidable en una de las regiones más impresionantes de Brasil!
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